MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -
El uso diario de las nuevas tecnologías
--móviles, ordenadores, tabletas o 'ebooks'-- está provocando un aumento
en el número de jóvenes con problemas visuales. De hecho, se prevé que
en el año 2020 el 33 por ciento de los adolescentes tendrán miopía como
consecuencia de la utilización inadecuada de estos aparatos.
Así lo ha asegurado a Europa Press la vocal de optometría
pediátrica del Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas, Isabel
Sánchez, quien, además, ha informado que un estudio realizado por la
Universidad de Cambridge (Reino Unido) ha demostrado que por cada hora a
la semana que un niño pasa al aire libre se reduce en un dos por ciento
el riesgo de padecer miopía.
"El uso de móviles, tabletas, ordenadores o libros electrónico
genera síndrome de fatiga visual. Esto se produce por la radiación que
emiten los aparatos, porque se enfoca directamente sobre una fuente de
luz y produce fatiga y, porque el uso efectivo del mecanismo de
acomodación de los ojos que permite enfocar de cerca en este tipo de
pantallas provoca un aumento en la capacidad de convergencia, dando
lugar a la aparición de falsas miopías", ha explicado la experta.
Los principales síntomas que suelen aparecer por este uso indebido
son cansancio, ardor de ojos, sequedad, picor o parpadeo constante.
Además, la visión se vuelve borrosa, tanto de lejos como de cerca, hay
dolor de espalda, de cuello, de cabeza e, incluso, se pueden producir
cuadros de ansiedad.
NO HAN CONCIENCIACIÓN DEL RIESGO
En este sentido, la experta ha alertado de que la sociedad no está
realmente concienciada de que estos síntomas llevan aparejados la
presencia de alteraciones visuales, por lo que ha destacado la necesidad
de que aumenten las campañas de prevención y de que los padres observen
a su hijos con el fin de evitar estos problemas.
"El uso excesivo de estos aparatos hace que pacientes que no son
miopes se hagan miopes y que pacientes que tenían miopía les aumente más
de lo debido. Por ello, es necesario que haya una mayor concienciación
porque, además, estos problemas visuales afectan también al rendimiento
escolar de los pequeños", ha recalcado Sánchez.
Por todo ello, la experta ha aconsejado modular el tiempo que los
niños pasan delante de un aparato electrónico; alejar las pantallas;
poner un tamaño de letra grande para que el esfuerzo de lectura sea
menor ; aumentar el contraste de la pantalla; tener una buena
iluminación, preferiblemente luz natural; usar pantallas de alta
resolución y evitar los reflejos.
Asimismo, la también vicedecana de la Facultad de
Óptica-Optometrista de la Universidad Complutense de Madrid ha
recomendado parpadear habitualmente para evitar la aparición del ojo
seco; usar lentes de contacto con una permeabilidad alta y utilizar
gafas que lleven un "buen" filtro antireflejante".
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