miopia, operacion laser, cataratas

lunes, 11 de febrero de 2013

Descubren nuevos genes para identificar la miopía

MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) - 

   Un equipo internacional de científicos dirigido por el 'Kings College' de Londres (Reino Unido) ha descubierto 24 nuevos genes que causan defectos de refracción (miopía), que es una de las principales causas de la ceguera y la discapacidad visual en todo el mundo, para la que no existe cura en la actualidad. Estos resultados, publicados en la revista 'Nature Genetics', revelan las causas genéticas de esta condición, que podría llevar a encontrar mejores tratamientos o formas de prevenir la enfermedad en el futuro.

   El 35 de la población occidental y hasta el 80 por ciento de los asiáticos sufren de miopía. Durante el desarrollo visual en la infancia y adolescencia, el ojo crece en longitud, pero en los miopes crece demasiado y la luz que entra al ojo se enfoca en frente de la retina y no sobre ella, lo que da lugar a una imagen borrosa, un error refractivo que se puede corregir con gafas, lentes de contacto o cirugía. 

   Sin embargo, la retina es más delgada y esto puede conducir a desprendimiento de retina, glaucoma o degeneración macular, especialmente con mayores grados de miopía, una enfermedad que es altamente hereditaria, aunque hasta ahora, poco se sabe acerca de los antecedentes genéticos, según los autores del estudio.

   Para encontrar los genes responsables, investigadores de Europa, Asia, Australia y Estados Unidos colaboraron como el Consorcio para la refracción y la miopía (CREMA) y analizaron los datos genéticos y el error refractivo de más de 45.000 personas procedentes de 32 estudios diferentes, gracias a los que encontraron 24 genes nuevos para esta condición y confirmaron dos genes previamente detectados. 

   Curiosamente, los genes no mostraron diferencias significativas entre los grupos europeos y asiáticos, a pesar de la mayor prevalencia entre los asiáticos. Los nuevos genes incluyen los que funcionan en el cerebro y la señalización de tejido ocular, la estructura del ojo y el desarrollo del ojo. Así, los genes conducen a un alto riesgo de miopía, por lo que las personas portadoras de estos genes ¡ tienen un riesgo diez veces mayor de desarrollar miopía.

   Ya se sabía que factores ambientales, como la lectura, la falta de exposición al aire libre y un mayor nivel de educación pueden aumentar el riesgo de miopía, una condición más común en las personas que viven en zonas urbanas. Una combinación desfavorable de la predisposición genética y factores medioambientales parece ser particularmente peligrosa para el desarrollo de la miopía. 

   El profesor Chris Hammond, del Departamento de Investigación Twin y Epidemiología Genética del 'King College' de Londres y autor principal del artículo, explica: "Ya sabíamos que la miopía, o falta de visión, tiende a darse en familias, pero hasta ahora conocíamos poco acerca de las causas genéticas. Este estudio revela por primera vez un grupo de nuevos genes que están asociados con la miopía y que los portadores de algunos de estos genes tienen un riesgo diez veces mayor de desarrollar la enfermedad".

   A su juicio, se trata de un avance científico "muy emocionante" porque podría conducir a mejores tratamientos y prevención en el futuro para "millones de personas alrededor del mundo". "Es muy probable que los conocimientos adquiridos a partir de este estudio proporcionen nuevas vías para el desarrollo de nuevas estrategias", concluyen los autores.

(EUROPA PRESS SALUD)

PUBLICADO POR "NATURE GENETICS" 

En el año 2020 el 33% de los jóvenes serán miopes como consecuencia del uso de la tecnología, según una experta

MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) - 

   El uso diario de las nuevas tecnologías --móviles, ordenadores, tabletas o 'ebooks'-- está provocando un aumento en el número de jóvenes con problemas visuales. De hecho, se prevé que en el año 2020 el 33 por ciento de los adolescentes tendrán miopía como consecuencia de la utilización inadecuada de estos aparatos.

   Así lo ha asegurado a Europa Press la vocal de optometría pediátrica del Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas, Isabel Sánchez, quien, además, ha informado que un estudio realizado por la Universidad de Cambridge (Reino Unido) ha demostrado que por cada hora a la semana que un niño pasa al aire libre se reduce en un dos por ciento el riesgo de padecer miopía.

   "El uso de móviles, tabletas, ordenadores o libros electrónico genera síndrome de fatiga visual. Esto se produce por la radiación que emiten los aparatos, porque se enfoca directamente sobre una fuente de luz y produce fatiga y, porque el uso efectivo del mecanismo de acomodación de los ojos que permite enfocar de cerca en este tipo de pantallas provoca un aumento en la capacidad de convergencia, dando lugar a la aparición de falsas miopías", ha explicado la experta.

   Los principales síntomas que suelen aparecer por este uso indebido son cansancio, ardor de ojos, sequedad, picor o parpadeo constante. Además, la visión se vuelve borrosa, tanto de lejos como de cerca, hay dolor de espalda, de cuello, de cabeza e, incluso, se pueden producir cuadros de ansiedad.

NO HAN CONCIENCIACIÓN DEL RIESGO

   En este sentido, la experta ha alertado de que la sociedad no está realmente concienciada de que estos síntomas llevan aparejados la presencia de alteraciones visuales, por lo que ha destacado la necesidad de que aumenten las campañas de prevención y de que los padres observen a su hijos con el fin de evitar estos problemas.

   "El uso excesivo de estos aparatos hace que pacientes que no son miopes se hagan miopes y que pacientes que tenían miopía les aumente más de lo debido. Por ello, es necesario que haya una mayor concienciación porque, además, estos problemas visuales afectan también al rendimiento escolar de los pequeños", ha recalcado Sánchez.

   Por todo ello, la experta ha aconsejado modular el tiempo que los niños pasan delante de un aparato electrónico; alejar las pantallas; poner un tamaño de letra grande para que el esfuerzo de lectura sea menor ; aumentar el contraste de la pantalla; tener una buena iluminación, preferiblemente luz natural; usar pantallas de alta resolución y evitar los reflejos.

   Asimismo, la también vicedecana de la Facultad de Óptica-Optometrista de la Universidad Complutense de Madrid ha recomendado parpadear habitualmente para evitar la aparición del ojo seco; usar lentes de contacto con una permeabilidad alta y utilizar gafas que lleven un "buen" filtro antireflejante". 

   "Estas son normas que nos pueden ayudar a disminuir un poco todas estas consecuencias. No obstante, en cualquier caso, lo fundamental es modular el tiempo que se utilizan estos dispositivos y, también, descansar cinco minutos por cada hora de trabajo", ha zanjado.