Si usted llega a su casa recién salida de la peluquería, con un tono de pelirrojo que nunca antes se había atrevido a usar y su pareja la recibe con un: "¡Qué lindo te quedan esos pendientes nuevos!", en referencia a unos aretes diminutos que le regaló su prima y que sólo se los puso por no dejar, recapacite antes de mirarlo con odio y pegarle un par de gritos.
No se trata -en este caso al menos- de falta de interés, atención y mucho
menos de cariño.
Según un estudio llevado a cabo por investigadores en Estados Unidos, los
ojos de los hombres son más sensibles a los pequeños detalles y a los objetos
que se mueven a gran velocidad, mientras que las mujeres son mejores a la hora
de distinguir colores.
Isaac Abramov, profesor de Psicología del Brooklyn College, realizó dos
estudios en paralelo para determinar estas diferencias.
En uno de ellos, les presentó a los participantes una muestra de un color
determinado y les pidió que lo describieran empleando una serie de términos
específicos.
Así, Abramov y su equipo descubrieron que los hombres describían el color que
tenían en frente en otros términos, en comparación con las mujeres.
"Ambos ven el azul como azul, pero qué porcentaje de rojo ven en el color
difiere si el individuo es hombre o mujer", le dijo Abramov a BBC Mundo.
De ahí se explica por qué las mujeres son mejores cuando se trata de combinar
colores o de buscar tonos similares entre sí.
Y aunque suene a broma, si lo que le hace falta en la casa son unos
almohadones que hagan juego con el tapizado del sofá, una mujer tiene más
posibilidades de llevar a cabo la tarea con éxito que un hombre.
Fuente y foto: Laura Plitt -BBCMundo www.bbc.co.uk